GUANTES ROSAS

María Concha Vázquez, quien militó en la RED de Escuelas Diablos con sede en Querétaro ha demostrado que como cancerbera el futbol no es solo cosa de varones

11-05-2016

Originaria de Querétaro, Qro., María Concha Vázquez quien actualmente tiene 17 años de edad, ha logrado demostrar su talento dentro del futbol como arquera desde muy temprana edad.

Cuando tenía cuatro años asistía a clases de ballet en compañía de su mamá para así después ir a los entrenamientos de futbol de su hermano, que es dos años mayor que ella; un día en uno de los partidos la invitaron a participar, ya que les hacía falta un jugador y la pusieron a prueba, resultó tener aptitudes, a ella le encantó y pensó: “el futbol es lo mío y después de mi siguiente clase de ballet le dije a mi mamá que quería ser futbolista.”

La primera posición que probó fue la de defensa y mediocampista, pero su futuro no estaba ahí, ya que a ella le llamó la atención estar debajo de la portería: “era el único jugador diferente del equipo, se vestía diferente, podía usar las manos, solo había uno. Le pedí a mi entrenador que me pusiera de portera y él no quería, fui a una escuela de futbol, empecé a entrenar con un ex futbolista que me enseñó la técnica y parte de lo que sé.”

Los Diablos Rojos del Toluca siempre se han preocupado por el desarrollo y aprendizaje de las nuevas generaciones y es así que con la RED de Escuelas Diablos en diferentes puntos de la República, ha sido posible detectar grandes talentos, prueba de ello fue María que militó por siete años en la RED de Querétaro.

“Cuando empecé en la escuela del Toluca, el equipo empezó a llamar mi atención, nos invitaban a los entrenamientos, partidos, convivencias y firmas de autógrafos con el equipo, me empecé a enterar de más cosas y de ahí puedo decir que le tengo un gran cariño al Toluca.”

“Claro que recomendaría entrenar ahí porque tienen muy buen sistema, te enseñan muy bien todo , tanto del futbol como los valores, todo en general súper bien.”

Después de su estancia en la escuela escarlata, asistió a las visorias de selecciones nacionales de la categoría 99-00 en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol en donde fue una de las seleccionadas y pudo jugar un duelo amistoso con las féminas tricolores Sub 17.

Meses después María entrenó a lo largo de un mes en la Ciudad de México en dónde logró conseguir una beca que la llevaría a dar un gran salto en su carrera e irse a Barcelona, España en donde actualmente lleva nueve meses dentro de la fundación Marcet.

“He estado feliz porque es lo que me gusta hacer, futbol.”

En este tiempo, ha experimentado madurez deportiva y personal, para finalizar la originaria de Querétaro comentó: “he mejorado mucho en comunicación dentro de la cancha, hablarles a los jugadores, me he soltado más, ya no me da miedo, el juego con los pies acá te lo exigen mucho más, la técnica, juego aéreo, lanzadas, despejes, en cuestión física me costó mucho al principio, con el tiempo te vas acostumbrando.”

“En lo personal me siento más estable, responsable, independiente y aprendí a resolver mis problemas, he encontrado un balance entre la escuela y el futbol. “

María es un claro ejemplo de que la perseverancia y ganas de luchar por los sueños se pueden alcanzar sin importar género, nivel social, color de piel, estatura.

La RED de Escuelas Diablos es parte fundamental en el proceso de desarrollo de las nuevas generaciones dentro del deporte más hermoso del mundo, por eso hay que hacer que el balón ruede a nuestro favor.